miércoles, 8 de enero de 2014

'Que cuanto más tiempo pasaba, menos tiempo le quedaba para escapar.'

“La vida tiene esas cosas. A veces quita, y en ocasiones quita mucho. Pero suele compensar, también suele dar algo a cambio."
Y ahora es cuando yo me pregunto si verdaderamente esto es cierto, porque vamos a ver si tanto dicen que devuelve aún sigo esperando esa compensación que me debe ya que ella (o el destino, o lo que sea que mueva el mundo) es la causante de las cicatrices de mis muñecas, y ya no hablemos de las piernas, y el tema de las pastillas ya lo dejo para otro rato. Estoy loca ¿verdad? Tengo asumido que la propuesta que me hicieron de ir al psiquiatra no es tan mala como me parecía, a lo mejor solo necesito que me encierren entre cuatro paredes y que me tengan que estar todo el día chutando cosas para ser o, más bien, aparentar ser feliz. Que ya ni su compañía ni querernos ni las sonrisas que me saca sirven de algo, joder. Que ahora lo único que me vale es meterme bajo el chorro de la ducha, ya sea con o sin ropa, para no diferenciar mis lágrimas del agua del grifo, y sí, debo sentirme orgullosa de mi misma que después de este último (y definitivo) palo no me he abierto ninguna herida más, no me ha hecho falta revivir esos momentos sentada en la bañera jugando a ver la sangre resbalar por mis muñecas, mientras me río irónicamente. Y ahora es cuando se me corta esta especie de inspiración espeluznante, ya que ¿a quién le interesa esto?
Sigo esperando eso a cambio.
Puta vida.
«Mírala. La loca. La loca.»
“-Otra loca. +No estamos locas. -Si intentamos matarnos, si que lo estamos.”

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